jueves, 3 de mayo de 2012

Baron rojo En un lugar de la marcha


1. Breakthoven
2. El Baile De Los Malditos
3. Chicos Del Rock
4. Caso Perdido
5. Cuerdas De Acero
6. No Ver, No Hablar, No Oir
7. Tras De Ti
8. Hijos De Caín



Quizá porque fui contemporáneo de este pedazo de disco, cuya salida al mercado esperé con inquietud; quizá porque no me decepcionó en absoluto, (más bien me pareció un paso adelante, una consagración sobre lo ya consagrado); quizá porque al fin se abstuvieron de componer letras irritantes de esas que decían giliflauteces del tipo "Casi me mato, baby", el caso es que En un lugar de la marcha es el único disco de la primera época de Barón que siempre quiero volver a escuchar, como ese amigo con quien ya no tienes trato frecuente pero mantienes un contacto esporádico que te alegra y te permite, por un rato, volver a ser quien fuiste.
Desde el principio de la primera canción, el curioso Breakthoven, la batería y las guitarras aparecen sepultadas en reverb. Caramba, habemus catedral: va a haber que figurarse un poco cómo es la música por debajo de esta capa de eco. Por lo demás el sonido vuelve a ser abrumador y bestial como siempre, ésa es la marca de la casa. Y a la mega-reverb, pues hombre, te acostumbras a lo largo de la escucha y acaba siendo casi una virtud.
Otra novedad que salta a la vista enseguida es la complejidad en los arreglos; de hecho, este primer tema tiene una cierta intención de recrear las maneras de Beethoven y fundirlas con el rock, convirtiendo el famoso motivo de la quinta sinfonía en una animalada de riff que funciona la mar de bien, y marcándose un ambicioso desarrollo a partir de él: como hizo en su día el clásico de marras, pero tomando prestado sólo el punto de partida y siguiendo a su bola en clave de rock, con dos cojones y mucha clase.

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